El arte de la Antigua Grecia cultivó todos los géneros de escultura, adoptando como materiales más comunes el mármol y el bronce y tomando como asuntos principales los mitológicos y los guerreros, a los cuales añadió en su última época el retrato de personajes históricos.
Este periodo se ha reconocido entre los mejores tiempos del Arte (los de Fidias) y entre sus características están la expresión idealizada de la realidad, la proporción orgánica regular, el alejamiento de lo vago y monstruoso, la precisión en los contornos y detalles, la armonía y belleza en las formas y la finura en la ejecución.